Aprender idiomas en el extranjero va más allá de descubrir una forma nueva de expresarse: también descubres otra manera de ver el mundo. Cada idioma es distinto y no hay mejor método para alcanzar un nivel avanzado que practicando las 24 horas. Al estudiar idiomas en el extranjero el proceso de aprendizaje se intensifica, ya que el método de inmersión lingüística te expone al idioma en diferentes situaciones de la vida real. Las palabras que necesitas para expresarte surgen una y otra vez a tu alrededor, así que las recordarás sin tan siquiera notarlo. Tu acento se irá haciendo más inteligible a medida que oigas a los hablantes nativos, y tus habilidades para escribir y leer también progresarán notablemente.